Paisaje: Ca na Toneta hace lo que siempre se ha hecho, pero hoy casi nadie hace: algo tan simple como seguir el ritmo de las estaciones e ir cambiando a su paso. Cambia su despensa y, por tanto, varían sus platos: el paisaje está en la mesa cualquier día del año. ¡Aquí no hay berenjenas en invierno! Cuando comes o cenas en esta fonda de Caimari, al pie de la Serra de Tramuntana, sientes que estás donde estás: en el interior de Mallorca. Lo percibes con todos los sentidos. También se transforma el ambiente, cada primavera, con el estreno de la terraza emparrada. El cielo y la tierra –el clima y el huerto– marcan el paso. Ir al compás de las estaciones: es raro que una cosa tan natural se haya convertido en algo sobrenatural.