Compromiso: Así como ser cocinero no es sólo cocinar, ser restaurador no se limita a explotar un restaurante y sentarse a calcular costes. La dedicación a la gastronomía abarca mucho más cuando el hedonismo propio de este oficio se ejerce responsablemente. El respeto al medio ambiente, del que procede la buena materia prima, es la mejor inversión a corto y largo plazo. En Ca na Toneta, esa devoción por la naturaleza –unida al sentido común– se traduce en el uso de productos locales y en la preferencia por variedades autóctonas y sostenibles, tanto si el género proviene de la tierra como si lo hace del mar. La nobleza de un producto no depende de su cotización en el mercado, sino de su cercanía, de su frescura y de su sabor.